Rosácea, ¿Qué es? rutinas y mucho más

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En este post, vamos a contarte todo lo que necesitas saber de la rosácea y cómo tratarla.

¿Qué es la rosácea?

La rosácea es una afección de la piel que se caracteriza por enrojecimiento y protuberancias en las mejillas, la frente, la nariz y el mentón. Puede incluir también la formación de venas dilatadas y/o la aparición de pústulas.

A menudo se acompaña de picazón y sensación de calor. La causa exacta de la rosácea es desconocida, pero se cree que puede estar relacionada con factores genéticos y ambientales.

No existe una cura, pero los tratamientos tópicos y sistémicos pueden ayudar a controlar los síntomas.

Síntomas de la rosácea

Los síntomas de la rosácea incluyen: enrojecimiento facial persistente, dilatación de los vasos sanguíneos, protuberancias y pápulas (pequeñas protuberancias rojas), piel seca y escamosa, y ojos rojos y con sensación de picazón. En casos graves, pueden aparecer nódulos y quistes.

La gravedad de los síntomas puede variar de una persona a otra y pueden empeorar con el tiempo si no se tratan.

Causas de la rosácea

Aunque la causa exacta de la rosácea es desconocida, se cree que varios factores pueden contribuir a su desarrollo, incluyendo:

  1. Genética: Algunas personas tienen una mayor predisposición a desarrollar rosácea debido a factores genéticos.
  2. Cambios hormonales: Los cambios hormonales, como los que ocurren durante la menopausia, pueden desencadenar o empeorar los síntomas.
  3. Factores ambientales: El sol, el frío, el viento, el aire seco, los cambios de temperatura y las condiciones climáticas extremas pueden desencadenar o empeorar los síntomas de la rosácea.
  4. Consumo de alcohol: El alcohol puede dilatar los vasos sanguíneos en la piel, lo que puede desencadenar o empeorar los síntomas.
  5. Consumo de tabaco: El tabaco puede desencadenar o empeorar los síntomas de la rosácea.
  6. Consumo de ciertos alimentos y bebidas: Alimentos y bebidas con altos niveles de histamina o vasodilatadores, tales como el vino tinto, el queso y el chocolate, pueden desencadenar o empeorar los síntomas.
  7. Consumo de ciertos medicamentos: Algunos medicamentos, como los vasodilatadores, los diuréticos y los corticosteroides, pueden desencadenar o empeorar los síntomas de la rosácea.
  8. Bacterias: Se ha relacionado la rosácea con la bacteria Cutibacterium acnes, pero no está claro si esta bacteria es la causa o una consecuencia de la enfermedad.

Es importante mencionar que estos factores pueden variar de persona a persona y no necesariamente todos ellos afectan a todas las personas con rosácea.

Tratamientos de la rosácea

Los tratamientos para la rosácea varían según la gravedad de los síntomas y pueden incluir medicamentos tópicos y orales, así como procedimientos médicos. Algunos ejemplos de tratamientos comunes incluyen:

  1. Medicamentos tópicos: cremas y lociones que contienen ingredientes como peróxido de benzoilo, metronidazol y azelaic acid, que ayudan a reducir el enrojecimiento y las protuberancias.
  2. Medicamentos orales: como el doxiciclina y la minociclina, que ayudan a reducir la inflamación y el enrojecimiento.
  3. Terapia con luz y láser: como la terapia con luz intensa pulsada (IPL) y el láser vascular, que ayudan a reducir los vasos sanguíneos dilatados y el enrojecimiento.
  4. Tratamientos quirúrgicos: como la electrocirugía y la crioterapia, que ayudan a reducir las protuberancias y los nódulos.
  5. Cambios en el estilo de vida: como evitar factores desencadenantes, como el alcohol y el tabaco, y el uso de productos de cuidado de la piel suaves, pueden ayudar a controlar los síntomas de la rosácea.

Es importante mencionar que el tratamiento para la rosácea debe ser personalizado para cada persona y puede ser necesario probar diferentes opciones antes de encontrar el tratamiento adecuado. Es importante que se consulte con un profesional de la salud para recibir un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.

rosacea piel

Consejos para manejar los síntomas de la rosácea

Existen varios consejos que pueden ayudar a manejar los síntomas de la rosácea:

  1. Proteja su piel del sol: Aplique un protector solar con un factor de protección solar (SPF) de al menos 30 todos los días. También evite exponerse al sol durante las horas de máxima intensidad (entre las 10 a.m. y las 4 p.m.).
  2. Evite el calor y el frío extremo: El calor y el frío extremo pueden desencadenar brotes de rosácea. Trate de mantener una temperatura constante en su entorno y evite saunas, bañeras de hidromasaje y duchas calientes.
  3. Evite los desencadenantes conocidos: Si sabe que algo desencadena sus brotes de rosácea, evítelo. Los desencadenantes comunes incluyen el alcohol, el tabaco, el café, el té, el chocolate, los alimentos picantes y el estrés.
  4. Utilice productos de cuidado de la piel suaves: Utilice productos de cuidado de la piel suaves y no agresivos, como jabones y limpiadores suaves y cremas hidratantes sin aceite.
  5. Consulte a un dermatólogo: Si sus síntomas no mejoran con estos consejos, consulte a un dermatólogo. Pueden recomendar medicamentos tópicos o orales, terapias láser o procedimientos de luz intensa pulsada para tratar sus síntomas.
  6. Cambios en el estilo de vida: Además de los consejos anteriores, es importante tener una alimentación equilibrada, hacer ejercicio regularmente y evitar el estrés, ya que todos estos factores pueden contribuir a desencadenar los síntomas.

Mitos y verdades

La rosácea es una afección de la piel que se caracteriza por un enrojecimiento persistente y por la aparición de pequeños vasos sanguíneos en la cara. A continuación, se presentan algunos mitos y verdades sobre la rosácea:

Mito: Solo afecta a personas mayores. Verdad: Aunque la rosácea es más común en personas de edad avanzada, puede afectar a cualquier persona independientemente de su edad.

Mito: La rosácea es contagiosa. Verdad: no es contagiosa y no se puede contraer a través del contacto con una persona que la tenga.

Mito: La rosácea es solo un problema estético. Verdad: Aunque la rosácea puede tener un impacto estético, también puede causar síntomas como sensación de calor, picazón, dolor y, en casos graves, incluso puede afectar a la visión.

Mito: No hay tratamiento. Verdad: Aunque no existe una cura para la rosácea, hay tratamientos eficaces disponibles para controlar los síntomas y mejorar la apariencia de la piel. Estos tratamientos incluyen medicamentos tópicos y orales, terapias láser y procedimientos de luz intensa pulsada.

Es importante que un dermatólogo o un médico especialista en piel evalúen, diagnostique y recomiende un tratamiento adecuado para cada caso.

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