El cuidado y la protección de la piel varían según los gustos de cada persona. Muchos eligen utilizar cremas para la piel; sin embargo, el uso excesivo o el mal uso de estos productos deshidrata la piel natural, reseca la piel y aumenta el riesgo de brotes de acné u otros problemas cutáneos.
Antes de proceder con la compra de cualquier tratamiento tópico, es recomendable conocer su composición y los efectos secundarios que pueden ocasionar al aplicarlas. En este artículo se discutirán los siguientes puntos:
Tipos de cremas para la piel
Existen tres tipos principales de productos diarios para el cuidado de la piel: humectantes, protectores y cremas nutritivas. Los humectantes están destinados a proporcionar hidratación y contienen ingredientes similares a los del agua, como el ácido hialurónico.
Los protectores tienen una mayor concentración de aceites y ceras para crear una barrera protectora sobre la piel, generalmente contienen filtros solares con factores de protección solar (FPS).
Las cremas nutritivas son productos ricos en nutrientes como vitaminas y minerales proporcionan variedad de ingredientes especializados para nutrir la piel.
¿Por qué no debes usar demasiadas cremas para la piel?
Las pieles grasosas generalmente son más propensas a usar múltiples productos para el cuidado de la piel. Sin embargo, el uso excesivo de cremas para la piel puede provocar varios problemas a la larga debido a la sobrecarga de aceites en la piel, los cuales segregan los tejidos cutáneos y pueden bloquear los poros. Esta es la forma en que tienen lugar los brotes de acné y las imperfecciones de la piel.
Las pieles secas, por otro lado, también corren el riesgo de deshidratarse con el uso excesivo de cremas para la piel; un problema que puede agravarse en el invierno. Esto se debe a que cuando se usa demasiado producto, la piel pierde su humectación natural. Las cremas para la piel con alto contenido en aceites pueden bloquear la eliminación de toxinas de la piel lo que puede provocar erupciones cutáneas, eccemas y dermatitis.
Pérdida de humectación natural
Las cremas para la piel tienen la importante función de humectar, sin embargo, el uso excesivo o prolongado puede dañar la capa de ceramida protectora de la piel, formada por lípidos naturales. Esto provoca la resequedad, irritación y pérdida de la humectación natural.
La deshidratación puede destruir la integridad de la barrera de la piel, permitiendo nutrientes y contaminantes atravesar los poros. Esto aumenta la vulnerabilidad de la piel e impide que tome los nutrientes y la humectación necesaria para mantenerla sana.
Resequedad
La resequedad de la piel es una relativamente común condición de la piel causada por el uso excesivo de cremas para la piel. La resequedad causada por el uso excesivo de la crema, provoca una sensación rápida y profunda de irritación y sequedad de la piel.
Ademas de experimentar molestia, reduciendo la humectación de la piel se desequilibra su pH, lo cual significa menos defensas contra las bacterias, aumenta la aparición de cicatrices y la producción de grasa se reducirá. La sequedad extrema genera mucha comezón y afea la piel.
Piel escamosa
La escamación o descamación de la piel provocate por el uso excesivo de cremas para la piel, La mala hidratación y el uso excesivo de maquillaje y productos para la cara a menudo provocan descamación y aparición de escamas.
Esto es independiente de la afección de la piel ya sea seca o grasa; aunque la piel seca es la que más sufre este tipo de problemas. El contacto constante de la piel con productos cosméticos o tratamientos de belleza dañinos erosionan la capa de ceramidas y lípidos naturales que protegen la piel. Esto produce deshidratación crónica, descamación y sequedad debilitadora.
Piel áspera y agrietada
La piel áspera y agrietada también son producto del uso excesivo de cremas para la piel. Cuando la piel se encuentra deshidratada, empiezan a aparecer grietas y descamación de la misma, así como enrojecimiento y resequedad.
Esta afección no solo afea la piel, sino que también incrementa la vulnerabilidad a infecciones. La piel áspera y agrietada se debemanejar primero sobre la base de la hidratación, es decir, con la utilización de una hidratante para aliviar inmediatamente los síntomas.
Acné y poros obstruidos
El acné es uno de los efectos secundarios más comunes del uso excesivo de cremas para la piel. Los problemas dérmicos como el acné y los poros obstruidos son causados por el uso excesivo de productos cosméticos como las cremas hidratantes, mascarillas, productos para el cuidado de la piel y maquillaje.
Esto se debe a que algunos productos tienen ingredientes que irritan la piel y causan brotes. Estos ingredientes dificultan la eliminación de toxinas, la rotura de piel muerta y el ensanchamiento de los poros.
¿Cuánto y cómo aplicar cremas para la piel?
Tenga en cuenta los siguientes consejos a la hora de decidir cuánta y cómo aplicar cremas para la piel:
Aplique solo la cantidad necesaria: Poca es mejor. Aplique siempre suficiente para lograr los resultados deseados para su piel.
Lea cuidadosamente la etiqueta de la crema: Lea la lista de ingredientes de la crema para ver si hay algo que pueda dañar su piel. Revise la etiqueta para asegurarse de que está utilizando la crema correcta para su tipo de piel.
Use productos especializados: Busque cremas para la piel especialmente formuladas para tratar los problemas de sequedad, enrojecimiento, acné y otros trastornos cutáneos.
Aplíquela sobre la piel limpia: Es importante asegurarse de que la piel esté limpia antes de aplicar la crema. Los residuos de la suciedad y los aceites de la piel pueden bloquear los poros y provocar erupciones cutáneas y acné.
Aplique un exfoliante una vez a la semana: Utilice un exfoliante suave una vez a la semana para exfoliar suavemente la piel y ayudar a eliminar las células muertas acumuladas. Esto le ayudará a desbloquear los poros y le permitirá obtener mejores resultados al usar la crema.
Realice tratamientos faciales en un salón de belleza: El uso excesivo de productos que se compran en las tiendas también puede provocar problemas cutáneos. No olvide consultar con un esteticista profesional regularmente para poder mantener la salud de su piel y detectar cualquier problema antes de que sea demasiado tarde.
El uso excesivo o inadecuado de las cremas para la piel puede ser muy perjudicial para la salud de la piel. La piel necesita un equilibrio de humedad, nutrientes, lípidos y aceites. Si se desequilibra, pueden ocurrir irritación, resequedad y enrojecimiento. Por lo tanto, es recomendable usar cremas con moderación y siempre leer la etiqueta de los productos antes de aplicarlos.
